EL ASPECTO ESPIRITUAL DE SER GAY

 TU SEXUALIDAD ES TU

PUERTA A DIOS

Dualidad: energía femenina y masculina

La visión de una psíquica de la evolución del sexo

El tema central de esta parte del libro no es el acto sexual. No trata sobre posiciones, afrodisíacos o metodología sexuales. Aquí se aborda el papel que el sexo y la sexualidad han desempeñado en la historia humana y, en particular, en la evolución del alma humana.

La solución de la batalla de los géneros es crucial en este momento de la historia humana, ya que no hay razón para implicarse en una batalla con el sexo opuesto; de hecho, es sólo mediante el proceso de la sexualidad que los seres humanos pueden ser más directos. Es nuestro camino más rápido a Dios.

En este momento la mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que estamos terminando algún tipo de ciclo o algún tipo de colapso de paradigmas. En términos de la evolución humana parece que estamos en el camino de un regreso a “Dios”. En el pasado, los seres humanos eran una parte de Dios; todos éramos uno. Después nos individualizamos, nos separamos de Dios.[1] En mi opinión, en la actualidad estamos evolucionando en una manera tal que nos permita reunirnos de nuevo con Dios sin necesidad de tocar a otra persona o incluso a nosotros. Sin embargo, primero debemos entender la relación entre el orgasmo sexual y Dios.

Evolución de la sexualidad en la “separación” de Dios y el “regreso” a Dios

Cuando los seres humanos nos separamos por primera vez de Dios, parece que no había sexualidad. Los humanos no eran hombres ni mujeres. Para entender que la evolución es un proceso que nos acerca a Dios, podemos decir que la separación de Dios fue un proceso de devolución (véase la figura 1).

Devolución: degeneración por medio de un cambio o evolución gradual.[2]

Pero lo que sucedió después fue un paso aun mayor para alejarse de Dios y un paso adicional en el proceso de devolución: el ser humano fue “cortado”: se creó a una mujer y la batalla de los sexos comenzó. Según la definición original del Webster’s New Universal Unabridged Dictionary 1983, sexo proviene de secus y secare, y significa cortar, dividir.

La figura 1 muestra el proceso de evolución sexual.

Figura 1. La evolución de la sexualidad humana

Hace años dediqué mucho tiempo a estudiar la sexualidad. A continuación comparto los resultados, los cuales pueden ayudar a comprender mejor la batalla entre el hombre y la mujer.

La conexión entre espiritualidad y sexualidad

El sexo es la oportunidad mayor y más fácil de unirse con Dios que se ha ofrecido a los seres humanos. Usamos la palabra ofrecido porque muchos no aprovechan lo que está disponible debido a todas las limitaciones impuestas al goce del sexo. Las religiones, las culturas y las instituciones han intervenido para limitar el camino más rápido para llegar a Dios.

A lo largo de la historia, los seres humanos han tenido acceso a la información de que el sexo es bueno, que es útil para el hombre, que contribuye a la buena salud de las personas y que genera un placer que no se encuentra en ninguna otra parte. Y a lo largo de la historia las instituciones y las personas que han sido bloqueadas en su búsqueda de la expresión sexual, han intentado y han conseguido detener a los seres humanos en esta vía expedita al éxito, el deseo humano de sentirse completo.

En efecto, los seres humanos estamos conscientes de que el sexo es importante, pero sólo como un instinto, un impulso que se compara con el de los animales. Pero, contrario a lo que la “ciencia” y la literatura sostienen, sólo los seres humanos pueden tener orgasmos. Los animales ya están reunidos con Dios: no necesitan tener orgasmos para llegar ahí.

La crisis existencial

Hay una conexión entre el acto sexual, el orgasmo y el amor. Si el chakra del corazón no está abierto, el orgasmo es diferente y no llega a la dimensión donde “Dios” se encuentra, De tal forma, el sexo como puro sexo no es el camino espiritual que podría ser. El sexo con una prostituta o el sexo con una persona que no ames no te aportará todos los beneficios del sexo con un ser amado.

Por supuesto, los seres humanos han debilitado la conexión amorosa al añadir el elemento del compromiso. No incluye compromiso. Sí incluye compasión y comprensión. Con demasiada frecuencia esa comprensión no está presente cuando las personas forman parejas para tener sexo. Piensan que necesitan también formar parejas para “hacer la vida”. No es así.

El compromiso que añades al acto del sexo asfixia la relación. Los hombres están más conscientes de esto que las mujeres. Las mujeres tienen tanto miedo de perder la protección que asfixian el amor. Los hombres lo hacen al no estar con sus mujeres, al abandonarlas incluso cuando están con ellas. Los hombres temen amar a las mujeres porque sienten que se perderán a sí mismos. Las mujeres tienen miedo de amar a los hombres porque les atemoriza quedarse solas.

Estos dos dilemas son lados opuestos de la misma moneda, los dilemas de la crisis existencial, la crisis que los seres humanos sienten cuando están separados de Dios.

Repitamos esta observación: el dilema número uno que los hombres y las mujeres tienen con/contra el otro o la otra es el dilema causado por la separación de los seres humanos de Dios. Los hombres quieren independencia porque sienten que perderán su individualidad al unirse con Dios/la mujer, y las mujeres piensan que Dios/el hombre las abandonarán, por lo que no quieren unirse a los hombres para evitar ese dolor.

La batalla entre el hombre y la mujer es un síntoma del trauma humano de la separación de Dios.

La puerta a Dios

El orgasmo ocurre cuando no hay división entre tu persona y otras dimensiones. Te lleva fuera de esta dimensión donde el placer y la diversión están tan limitados. Te lleva a dimensiones donde la dicha es el máximo placer, pero se encuentra siempre en la punta de tus dedos, no es inalcanzable.

Cuando el orgasmo incluye amor, tiene acceso a las dimensiones que siempre están fuera de nuestro alcance, los sitios donde habita Dios, la energía de Dios. Éstos se encuentran, si deseamos trazar un mapa, aproximadamente a 45 centímetros arriba de la cabeza y 55 centímetros atrás de ésta. Ese punto esotérico se llama la Puerta de Brahmá y es el punto de salida del orgasmo que te hará llegar a lo que llamas Dios.

El orgasmo nos acerca a Dios y a otras dimensiones

Es obvio que la mente humana no se encuentra en la dimensión física; de hecho, se ha establecido con firmeza que la mente humana es lo que la ciencia llama “no local”. Los seres humanos tienen partes de sí mismos en diversas dimensiones y la mente puede estar en otras dimensiones, y a menudo en varias dimensiones a la vez.

En la figura 2 observamos el aspecto de la mente humana durante el orgasmo.

Figura 2. La mente humana durante el orgasmo

ORGASM SPIRAL

¿Qué es el orgasmo?

Durante el orgasmo, las energías masculina y femenina se unen y se mueven en espiral, las puertas entre las dimensiones se abren de par en par y la mente del ser humano toca a “Dios”.

El orgasmo es una unión de las energías masculina y femenina, que nos libera de la gran división. Resuelve, aunque en forma temporal, el corte que crea la sexualidad. El orgasmo nos proporciona la unión que todos anhelamos. Es la razón para que suscite la batalla entre los sexos: luchar por estar juntos cuando sentimos que es más “natural” estar separados. Recordemos la definición de sexo:

Sexo: cortar, dividir

Barnhart Concise Dictionary of Etimology

Dualidad

Las energías masculina y femenina también se dividen dentro del cuerpo humano. Una pierna es masculina, la otra pierna es femenina, una mitad del cuerpo es masculina, la otra mitad es femenina, y así sucesivamente. Las energías “sexuales” más importantes se encuentran en dos nadis (ríos de energías) principales de tu cuerpo. Pingala es el canal masculino e ida es el canal femenino. Cuando estos dos canales de energía sexual se unen en el canal central, llamado sushumna, la gran división entre hombre y mujer, y se experimenta un tipo de orgasmo.

Se ha afirmado que la evolución humana incluye o requiere ser una unión de hombre y mujer, eliminando la gran división que es la definición del “sexo”.

Éxtasis espiritual

Los seres humanos vivimos un tipo de éxtasis durante el orgasmo.

Éxtasis: derivado del griego ecstasi, o “cultivar una comunicación mágica y sensual con la divinidad”

Aquellos que se muestran escépticos con respecto a la relación entre el orgasmo y el éxtasis, observen la expresión de Santa Teresa de Ávila en la famosa escultura de Bernini (véase la figura 3). [3]

STATUE ST TERESA

La Iglesia ha declarado que Santa Teresa se encuentra en un estado de éxtasis espiritual… y si tienes alguna duda de que está experimentando lo que es el orgasmo sexual, lee el episodio descrito por Teresa de Ávila en su autobiografía, La vida de Teresa de Jesús (1515–1582). Ella describe una aparición en la que vio a un joven y bello ángel de pie junto a su cuerpo:

Vi en su mano una larga lanza de oro y en la punta del acero parecía haber un poco de fuego. Me pareció que a veces la enterraba en mi corazón y destrozaba mis entrañas; cuando la sacaba, parecía sacarlas también y dejarme encendida con un gran amor a Dios. El dolor era tan grande que me hizo sollozar y, sin embargo, tan sin igual era la dulzura de este dolor excesivo que no podía desear librarme de él. Ahora el alma no se satisface con nada menos que Dios. El dolor no es corporal, sino espiritual, aunque el cuerpo interviene en él. Es una caricia de amor tan dulce que tiene lugar entre el alma y Dios que ruego que Dios en su bondad haga que aquel que piense que miento lo experimente.

La importancia del orgasmo como un camino hacia Dios

¿Podemos decir que el orgasmo humano tiene la misma esencia del éxtasis espiritual? Observar a Santa Teresa debe eliminar toda duda y leer su descripción del “evento” aumenta la posibilidad. Parece que es verdad que la unión de hombre y mujer por la vía del acto sexual y la culminación del orgasmo representan el éxtasis espiritual.

Puede ser una “novedad” para muchos descubrir lo que ya conocen muchos grupos esotéricos: no se necesita el cuerpo de otro ser humano ni necesitas tocar tu cuerpo para lograr el orgasmo. La escultura de santa Teresa y sus palabras lo demuestran.

En diferentes cultos y filosofías se conoce que los seres humanos poseen cuerpos de energía y que éstos tienen un tipo de “vena” que mueve la energía. Recordemos que esas venas, o ríos de energía, se llaman nadis y han sido identificadas en el hinduismo y el budismo.

El proceso normal de las venas es que las nadis masculinas (Pingala) y femeninas (Ida) se reciclan continuamente dentro de sus venas individuales. La meta de la evolución es que las energías masculina y femenina se unan y corran a través de la nadi shusumna. Hay ejercicios mentales que pueden ayudar a lograr la unión de las energías masculina y femenina, pero no los tocaremos aquí debido a que son prácticas espirituales que requieren una guía espiritual apropiada.

Tú puedes tocar a tu Dios por conducto del fluido correcto de las energías masculina y femenina por tus venas psíquicas, sin tocar a otra persona y sin tocarte siquiera a ti mismo/a. Pero esto también sólo se logra después de décadas de prácticas espirituales y, en algunos casos, la santidad.

Obviamente, no muchos podrán alcanzar el estado de unión con Dios vía su energía. Pero puedes lograrlo mediante el acto sexual, con una pareja y con el corazón abierto. Por eso en los círculos espirituales se nos ha dicho que debemos considerar nuestras uniones sexuales como una puerta de entrada a nuestra evolución personal. Pero debido a las distorsiones sociales y personales se nos obstaculiza percatarnos de ello. Por desgracia, de alguna manera el sexo ha sido etiquetado o considerado como “sucio”, ciertamente, ¡no sagrado! Y a menudo identificamos a nuestras parejas sexuales como nuestros enemigos cuando en realidad son la puerta de entrada al tipo de orgasmo que nos une con Dios. Más adelante analizaremos con mayor detalle otro enemigo “secreto” que los seres humanos enfrentamos en nuestra búsqueda de la unión y la evolución.

La disminución de la dualidad en la sexualidad

En términos de la evolución humana, en un inicio, al separarnos de Dios no teníamos sexualidad. Después nos cortaron, o cortaron una pieza del “hombre” y nos hicimos duales, bien sea hombre o mujer. Recuerda la definición de la palabra sexo:

Sexo: cortar, dividir

Ahora parece que nos alejamos con rapidez de la heterosexualidad, pasamos por la homosexualidad y la bisexualidad rumbo a la asexualidad. En Japón, en un artículo titulado “Herbivorous Japanese Men” (Hombres japoneses herbívoros), se escribe sobre la nueva tendencia en sexualidad, que en realidad es a la no sexualidad o la asexualidad.

TOKIO, Japón (CNN) – Son jóvenes, ganan poco y gastan poco y se interesan mucho en la moda y la apariencia personal… conozca a los “hombres herbívoros” de Japón.

La autora y columnista de la cultura pop Maki Fukasawa acuñó el término en 2006 en una serie de artículos sobre mercadotecnia para una generación más joven de hombres japoneses. Lo usó para describir a algunos hombres de quienes dijo estaban cambiando las ideas del país justo sobre lo que es –y no es– masculino.

“En Japón, sexo se traduce como ‘relación de la carne’”, dijo, “por lo que yo llamé a estos jóvenes ‘herbívoros’ ya que no están interesados en la carne.”

Por lo general, los “hombres herbívoros” están en los veinte o treinta años de edad y creen que puede existir amistad sin sexo entre hombres y mujeres, comentó Fukasawa.

El 16 de marzo de 2007 se publicó lo siguiente:

Los japoneses tienen el impulso sexual más bajo del mundo debido a la web (http://news.softpedia.com/news/Japanese -Have-the-Lowest-Sex-Drive-in-the-World-Due-to-the-Web-49645.shtml

Aparentemente los japoneses están perdiendo también sus habilidades de comunicación debido al uso intensivo del Internet. “Una baja en las habilidades físicas de comunicación en una sociedad cada vez más basada en la web también es un factor”, comentó.

            La encuesta realizada en noviembre de 2006 se orientó a 2 713 personas seleccionadas al azar y recibió respuestas de 636 hombres y 773 mujeres. En una investigación llevada a cabo en 2006 en la Universidad de Chicago, Japón ocupó el último lugar en un estudio de 29 países acerca de la satisfacción sexual; sólo 25.7% de las parejas declaró estar satisfecho.

También fue el último en una encuesta de 2005 efectuada en 41 países por Durex, la empresa fabricante de condones; las personas tuvieron un promedio de sólo contactos sexuales al año en comparación con un promedio global de 103.

En Nueva Zelanda la camiseta que reproducimos en la figura 4 se sugirió como la camiseta temática para asexuales. La palabra virgin (virgen) parecería sostener el tema de “no necesitamos sexo”. Quizá de manera subconsciente los asexuales ya han adoptado el concepto de éxtasis espiritual y unión con Dios de santa Teresa. O tal vez, debido a su apego a los aparatos electrónicos, su electroadicción está quemando su chakra sexual. Si bien este asunto puede parecer innecesariamente dramático, sería importante comprender por qué los japoneses tienen un impulso sexual bajo. Si se debe a la radiación electrónica excesiva, entonces al vivir de manera tan “conveniente” con nuestros dispositivos, podemos estar radiando aquella parte que necesitamos para evolucionar como especie.

Figura 4. Camiseta temática para asexuales.

Tendencia creciente a la eliminación de la dualidad por conducto de la asexualidad

Esta tendencia creciente a la asexualidad puede no significar que la energía sanadora del orgasmo está condenada a ser una reliquia del pasado. Puede querer decir que la batalla entre los sexos pronto terminará y habremos también resuelto esa batalla en nuestro interior. El “corte” entre los seres humanos que nos ha designado como hombres o mujeres se convierte con rapidez en una línea borrosa para muchos. ¿Es posible que se elimine y nos liberemos de sus batallas?

Nuestra propuesta de que estamos en el camino de vuelta a la unión con Dios es sustentada por las “tendencias” o inclinaciones en sexualidad en las últimas décadas. ¿Es posible que la homosexualidad, la bisexualidad y la nueva tendencia, la asexualidad, sean un indicador de que los seres humanos estamos preparados para una unión más completa o para borrar la línea entre los sexos? Si tal es el caso, la batalla entre los sexos habrá terminado y reinará la paz en los hogares y en el planeta. Aún más importante, una vez que esté completa, estaremos mucho más cerca de un estado permanente de orgasmo: la unión con Dios. Parte del proceso de nuestro regreso a casa, a Dios, antes de poder reunirnos con Él, es la necesidad de resolver ese “corte”, esa “división” entre hombres y mujeres.

La Devolución termina y la evolución puede estar de vuelta

Independientemente de cómo progresen los temas de la “identidad sexual”, parece que estamos en un camino de vuelta a “Dios”. Y aquí es donde el asunto cobra interés. Si en efecto los seres humanos comenzaron su separación de Dios primero como un humano y después la compañera, la mujer, fue “creada” para resolver los dilemas de la soledad, es más fácil comprender la definición inicial de la palabra sexo que, como ya dijimos, significa “cortar, dividir”.

En términos de la evolución humana, nos movemos de la heterosexualidad para pasar por la homosexualidad rumbo a la asexualidad. Necesitamos recordar a santa Teresa y saber que esto no significa que la energía sanadora del orgasmo está condenada a ser una reliquia del pasado.

[1] En algunas religiones, este proceso de separación de Dios se llama “la caída de gracia”. (Tal vez éste sea el origen de la expresión “qué desgracia”; ciertamente el hombre ha sentido la “mala suerte” que resulta de su aislamiento de Dios.)

[2] http://www.merriam-webster.com/dictionary/devolve

[3] El Éxtasis de Santa Teresa (o bien, Santa Teresa en Éxtasis o Transverberación de Santa Teresa) es el grupo central de un conjunto de esculturas de mármol diseñado y completado por Juan Lorenzo Bernini para la Capilla Cornaro de Santa Maria della Vittoria en Roma.

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