Los niños van a salvar el mundo. Pero no necesariamente los niños cronológicamente hablando, sino las personas que conservan esas cualidades que son similares a las de los niños. Un niño va a actuar de acuerdo a lo que siente. Si alguien lo molesta él le va a gritar o inclusive pegarle a esa persona, y si él ama a alguien lo va a acariciar y tratar de acercársele.
Todos nosotros deberíamos conservar estas características. De lo contrario la represión de las emociones básicas muy reales es lo que causa esos estallidos de violencia. Las personas que tienen emociones que les han sido incomprendidas no admiten el hecho de que sufren de enojo. Ellos en cambio imponen la responsabilidad de su propio coraje hacia otras personas. Aquellos quienes actúan de forma violenta no solo cargan consigo un tumulto interno sino que ellos también están cargando con los sentimientos de la sociedad en general.
Si observamos a los niños, particularmente los recién nacidos, ustedes van a ver como deberían comportarse los seres humanos en el Planeta. Cuando usted ve a un adulto, lo que usted en realidad está viendo es el reflejo de lo que las estructuras de la sociedad les han hecho a los seres humanos. Los niños podrían salvar al mundo pero solo si les permitimos que actúen como tales.
(Frances Fox, Los Dioses Hablan, primera edición)
